Cómo ahorrar energía eléctrica en casa y en la oficina

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Iluminación
– Evite encender luminarias durante el día. Encender la iluminación únicamente cuando sea necesaria.  Si es que la iluminación debe ser apagada por un lapso menor a 15 minutos, es preferible no apagarla.

– En lugar de bombillas incandescentes utilice focos ahorradores, que tienen vida más larga y gastan menos energía.  En caso de que los focos sean mayores de 50W, no dejarlos prendidos durante la noche.

– En los ambientes que no se estén utilizando, acostúmbrese a apagar las lámparas, excepto aquellas que contribuyen a su seguridad.

– Pinte su casa con colores claros. Los colores oscuros requieren más iluminación.

– Limpie regularmente las bombillas y lámparas para obtener siempre niveles de iluminación adecuados.

Uso del televisor, computadoras, aire acondicionado y duchas eléctricas
– El televisor oscila entre el 5% y el 15% del consumo total de energía. Por ello se recomienda no encenderlo o dejarlo funcionando sin necesidad. Evite el hábito de dormir con el televisor encendido.

– Apague el computador luego de culminar sus actividades. Déjelo en estado de suspensión o en estado de hibernación, cuando se aleje de él por tiempos considerables (almuerzos o reuniones). Apagar la pantalla es otra buena opción.

– Acostúmbrese a apagar el aire acondicionado cuando nadie esté presente, o mantenerlo a niveles inferiores a 23°C en verano, o superiores a 20°C en invierno.

– El consumo de las duchas eléctricas en el hogar representa el 25% de energía. Limite su tiempo debajo del agua al mínimo indispensable.  Limpie permanentemente los agujeros de salida del agua de la ducha.  No intente reutilizar una resistencia quemada pues aumentará también su consumo.

Lavado, secado y planchado
– Realice el lavado de la ropa cuando acumule la suficiente cantidad que requiere para llenar su lavadora, evite utilizar la lavadora para lavar prendas aisladas.  Limpie con regularidad el filtro de la máquina.

– Utilice el calor del sol para secar la ropa.

– Planche una sola vez para evitar la desconexión constante de la plancha.  Aproveche el calor residual de la plancha, planchando las prendas que así lo ameritan.

Refrigerador
– Instale el refrigerador en un lugar ventilado, a una distancia de la pared de 10 centímetros como mínimo.  La rejilla trasera del refrigerador debe mantenerse ventilada. Limpie la parte trasera del refrigerador un mínimo de tres veces al año ésto le producirá un ahorro de electricidad pues la acumulación del polvo reduce el rendimiento del refrigerador y aumenta el consumo de energía eléctrica (No utilice la parte trasera del refrigerador para secar paños, ropa o zapatos; esto provoca un aumento en el consumo de energía eléctrica).

– La capacidad de enfriamiento de los refrigeradores está regulada por un control de temperatura; utilice los niveles bajos de enfriamiento y aumente el nivel en los días más calientes.  Recuerde que por grado centígrado más de frío existe un incremento del 5% en consumo de energía.

– Revise que la puerta del refrigerador cierre bien y que esté bien alineada.

– No abra el refrigerador sin necesidad, ni por períodos mayores a 10 segundos. Antes de cocinar, piense cuáles productos refrigerados ocupará y extráigalos de una vez.

– Manténgalo limpio por dentro y por fuera

– Descongele frecuentemente, especialmente cuando el congelador tenga una capa de escarcha de 6 milímetros de espesor. La escarcha actúa como un aislante térmico y produce mayor consumo de electricidad.  (Los refrigeradores que no hacen escarcha consumen más energía eléctrica)

– Guarde los líquidos en recipientes con tapa para que no provoquen humedad, ya que ésta tiende a depositarse en el congelador en forma de escarcha.

– Refrigere únicamente lo necesario.  No refrigere productos que se pueden mantener a temperatura ambiental o que se consumirán al poco tiempo de comprados. Por ejemplo, leche de larga duración, salsas, mayonesa, carnes, pescado o verduras que se consumirán en menos de dos horas después de su compra.

– Saque los alimentos que tienen empaques de papel grueso y colóquelos en bolsas de plástico delgado. Las verduras con alto contenido de agua y las frutas sin cáscara, deben ponerse en bolsitas delgadas. Se recomienda limpiarlas y no mantenerlas por tiempo prolongado.

– No introduzca comidas calientes en el refrigerador.  Los alimentos deben enfriarse primero a temperatura ambiente.

– Mantenga el congelador lo más lleno posible, pues los alimentos congelados ayudan a conservar el frío. Si en un momento dado no tienen suficiente alimentos para poner en el congelador, llene con agua algunos recipientes, tápelos e introdúzcalos en el mismo.

– Utilice un refrigerador de tamaño adecuado.  El refrigerador debe tener la capacidad exacta para las necesidades de su familia, pues a mayor tamaño, mayor es el consumo de electricidad.

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– Cuando salga por varios días, deje el refrigerador vacío, desconectado y limpio, con la puerta abierta para que no se formen hongos y bacterias.

Al cocinar
– Las ollas o recipientes deben ser del tamaño de la hornilla. Si utiliza recipientes con una superficie mayor al calentador, se alarga el período de cocción. Si por el contrario utiliza recipientes con una superficie menor, se producen pérdidas de energía en forma de calor y se dañará la hornilla de la cocina.

– Cocine con utensilios de material adecuado. Los utensilios como ollas, cafeteras, sartenes, y otros deben ser de materiales que transmitan rápidamente el calor (como ollas enlozadas, acero inoxidable, etc.) con fondos completamente planos, de manera que el contacto con el calentador sea total.

– No coloque recipientes húmedos sobre el disco

– Aproveche el calor residual.  Si su cocina es de discos sellados, apáguelos unos minutos antes de terminar la cocción; de esta manera se aprovecha el calor residual.

– Sáquele provecho a las temperaturas mínimas. Los alimentos que contienen gran cantidad de líquidos como sopas de verduras, una vez que hiervan, pueden terminar de cocinarse en temperaturas mínimas tapados.

– Utilice al máximo la olla de presión para cocinar, porque reduce los tiempos de cocción.

– Use el horno de microondas para calentar porciones pequeñas de alimentos, para un máximo de 4 personas.

– Use termos para mantener calientes sus bebidas.  Si usted toma café varias veces al día, hágalo sólo en la mañana y guárdelo inmediatamente en un termo. Durante el día podría contar con café caliente.

– Para hervir agua preferiblemente utilice el microondas.

– Cuando utilice el horno tenga en cuenta las siguientes recomendaciones: Precaliéntelo solo cuando se indique y por el tiempo necesario para que adquiera el calor requerido.  Hornee varios alimentos a la vez.  Evite abrir la puerta del horno innecesariamente. No lo utilice para cantidades muy pequeñas o para tostar un poco de pan. En este caso es preferible contar con un horno pequeño.  Aproveche el calor residual del horno: apáguelo unos minutos antes de sacar los alimentos

– Haga el mayor número de comidas frías por semana: ensaladas de frutas, de verduras variadas, de brócoli y tomate, de fideos con atún. Descongele los alimentos a temperatura ambiente antes de empezar a cocinarlos.

– Si va a sustituir su cocina eléctrica: analice la posibilidad de adquirir una de tecnología más eficiente, como la cocina de vitrocerámica, otra opción es la cocina de inducción magnética, ambas consumen menos energía que la cocina eléctrica.



Fuente: Cómo ahorrar energía eléctrica en casa y en la oficina.