15 Cosas que hombres y mujeres deben saber los unos de los otros
Los hombres y las mujeres son diferentes por naturaleza. Por ello los conflictos son inevitables. Sin embargo, en Genial.guru creemos que cuanto más sabemos unos acerca de los otros, mejor podemos entendernos.
1. Los hombres de verdad no entienden a las mujeres
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Hay que aceptar este hecho. Las mujeres son capaces de evaluar a la gente intuitivamente a primera vista. Saben reconocer al instante qué relación existe entre personas o cómo identificar una mentira (especialmente en hombres) por la voz y las expresiones faciales.
Los hombres sienten dificultades al distinguir entre emociones y estados de ánimo. Además, les interesan menos. Un hombre puede pasar toda la tarde en compañía de un amigo y no aprender nada acerca de su vida personal, la salud de su suegra o la cantidad de hijos que tiene. A la mayoría de las mujeres tal «indiferencia» se les hace chocante.
El asunto se vuelve especialmente complicado cuando un hombre debe entender a una mujer. Incluso investigaciones científicas comprueban que los hombres son dos veces más precisos al adivinar los sentimientos de otros hombres a comparación con los sentimientos de las mujeres.
En la antigüedad los hombres tenían que ser capaces de determinar las emociones de otros hombres a simple vista, ya que podían representar un peligro. Al mismo tiempo, las emociones femeninas no eran tan importantes de notar. Siguiendo sus instintos, el cerebro de un hombre hoy en día también «se apaga» cuando es necesario reaccionar a los sentimientos femeninos.
2. Tenemos diferentes prioridades
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Una mujer con problemas en su vida amorosa, por lo general, también tiene problemas en su trabajo. Un hombre que tiene problemas en su trabajo, por lo general, se siente infeliz en su relación.
Lo que sucede es que a lo largo de la historia los hombres siempre han jugado el papel de proveedor, mientras que las mujeres se encargaban del hogar. Por esto hoy en día el nivel del éxito de un hombre tradicionalmente se evalúa a través de sus logros profesionales y su nivel salarial. Mientras que la mujer busca realizarse a través de la formación de una familia feliz.
3. Los hombres pueden guardar silencio durante horas solo porque sí
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Los psicólogos afirman que el silencio del hombre que tanto inquieta a la mujer no significa que no la quiera o que no le importen sus problemas. Significa que el hombre está descansando de la tensión emocional y aliviando su estrés.
Con las mujeres es todo lo contrario. Necesitan hablar sobre el problema para aliviar el estrés. Por eso las mujeres se ofenden tanto ante el silencio de los hombres.
En realidad la mujer a veces debe dejar que el hombre pase un tiempo en silencio. Mientras el hombre, a su vez, debe escuchar a la mujer y dejar que comparta sus sentimientos y pensamientos.
4. Las mujeres no hablan más que los hombres
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El estereotipo acerca de la pasión de las mujeres por hablar es un mito. El deseo de comunicarse en las personas de ambos sexos depende del contexto social actual.
De esta forma, los hombres prefieren trabajar en silencio y las mujeres son propensas a hablar sobre el proceso y los resultados del trabajo. Al mismo tiempo, los hombres se expresan más «para el público» y prefieren hablar en lugar de escuchar.
5. Las mujeres adoran ir de compras
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Para la mayoría de las mujeres, ir de compras es la mejor solución contra el estrés.Mientras que para la mayoría de los hombres, es un estrés en sí.
En los hombres, siendo cazadores y guerreros antiguos, predomina la visión de túnel, y en las mujeres, la periférica. Por eso los hombres físicamente no pueden ir zigzageando de un mostrador a otro durante muchas horas. Al mismo tiempo, la mujer siente un placer verdadero no solo por la compra sino por el proceso como tal.
6. Los hombres no saben elegir la ropa
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Y menos la ropa femenina. El cerebro masculino está hecho de tal manera que el hombre no sabe comparar los tipos y costuras de ropa. Además, el ojo del hombre es capaz de distinguir una cantidad considerablemente menor de colores que la vista de una mujer.
Por eso es mejor no pedirle al hombre que compre ropa o accesorios, se deprimirá y la mujer jamás obtendrá lo que quiere.
Lo más temible para el hombre es no adivinar la talla. Una talla más grande, y tiene garantizada una conversación con el tema: «¿Crees que estoy gorda?». Una talla más pequeña, y su mujer realmente pensará que se puso más gorda.
Incluso si es un regalo del hombre, es mejor elegirlo juntos. Así hay más probabilidades de que la prenda le quede bien a la mujer y realmente le guste.
7. Los hombres jamás se pierden
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Un hombre no puede perderse. Jamás. A lo mejor «cambiará su ruta». Y más te vale no dudar de ello. Incluso si es la quinta vez que van pasando por el mismo árbol.
Durante miles de años los hombres han usado el pensamiento espacial para cazar y librar guerras. La habilidad de orientarse en el espacio es un orgullo especial para cada hombre. Y no por nada. Por eso aceptar que se ha perdido equivale al fracaso personal para un hombre.
El famoso investigador de las diferencias entre hombres y mujeres Alan Peas bromea al respecto: «Moisés vagó por el desierto durante 40 años. Simplemente no quería preguntarle el camino a nadie».
8. Las mujeres se autocritican más
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Mirando su reflejo en el espejo, la mayoría de los hombres están contentos con lo que ven, mientras que la mayoría de las mujeres se sienten decepcionadas. Lo curioso es que la percepción de sí mismas pocas veces depende del aspecto físico real.
En general, los hombres y las mujeres se miran diferente en el sentido literal de la palabra. Por ejemplo, para observar sus talones las mujeres prefieren voltearse hacia atrás. Mientras los hombres simplemente levantan el pie y ya.
Lo mismo sucede con las uñas. Las mujeres miran sus uñas extendiendo la mano con palma hacia abajo. Los hombres, a cambio, doblan sus dedos para verse las uñas.
9. El instinto paternal también existe
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Resulta que el nacimiento de un bebé es capaz de provocar cambios no solo en el organismo de la madre, sino también en el del padre. En los hombres se despierta el instinto paternal. Estos cambios son tan serios que afectan las hormonas y el cerebro.
Los cambios hormonales suceden no por el hecho de que haya nacido un bebé, sino por el contacto directo con la mamá y el bebé.
10. Las mujeres bostezan «para hacer compañía» más a menudo
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Todos sabemos que bostezar es sorprendentemente contagioso. Sin embargo, solo ahora se ha descubierto que las mujeres y los hombres reaccionan a las personas que bostezan de manera distinta. Las mujeres son más propensas a «contagiarse» y empezar a bostezar también.
Los investigadores creen que esta particularidad está relacionada con la mayor predisposición de la mujer a compadecer emocionalmente a las demás personas. Lo curioso es que si no se trata de bostezar en compañía, los hombres y las mujeres lo hacen con la misma frecuencia.
11. A cambio, los hombres beben «para hacer compañía» más a menudo
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Es bien sabido que el alcohol en dosis moderadas favorece la comunicación. Pero resulta que los hombres son más sensibles a esta peculiaridad. Según dicen algunos representantes del género masculino, la mayor parte de su vida social -encuentros con amigos y con personas nuevas, descanso, etc.- va acompañada del consumo de alcohol. Sin embargo, si exageran un poco con la cantidad, un simple encuentro con amigos puede terminar en una pelea. En general, de acuerdo a las estadísticas, los hombres beben (y se embriagan) 2 veces más seguido que las mujeres.
12. Una mujer con hambre no tiende a ser romántica
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Todos hemos escuchado que el camino más corto al corazón de un hombre pasa por el estómago. Sin embargo, resulta que este dicho también aplica con las damas. Como siempre, los científicos han descubierto que las mujeres son más propensas a ser románticas… después de una buena comida.
En el transcurso de las investigaciones se descubrió que los centros del cerebro que responden por el placer se activan con el estómago lleno. Así que la tradición de tener citas en un restaurante no solo es bonita sino también tiene una base científica.
13. Las doctoras son más cordiales que los doctores
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Resulta que las doctoras son más propensas a hablar con sus pacientes y prestan más atención a su estado anímico positivo que les ayuda a recuperarse. Mientras que los doctores ven a un paciente como un «mecanismo» que debe ser arreglado.
Los tratamientos también son diferentes. Los hombres tienden a recetarles a sus pacientes analgésicos e indicar dosis ligeramente superiores al promedio. Las mujeres, al contrario, tienden a indicar una dosis menor y, en general, escogen métodos más suaves. También tienden a darles más información y consejos a sus pacientes.
Al mismo tiempo, tanto los hombres como las mujeres pueden ser especialistas extraordinarios.
14. Somos diferentes pero buscamos a una pareja que se parezca a nosotros
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Resulta que no es una coincidencia cuando los novios se parecen entre sí. Precisamente la similtud de los rasgos faciales de otra persona con los nuestros determina nuestra primera impresión acerca de ella y afecta la formación de interés que más adelante puede convertirse en amor.
15. Y creemos que el amor eterno existe
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Durante mucho tiempo se creía que el vínculo romántico entre los enamorados empieza a debilitarse después de los 15 meses de vida juntos. Y luego de 10 años el mágico sentimiento del amor desaparece por completo convirtiéndose en un hábito.
Sin embargo, los científicos estadounidenses de la Universidad de Stony Brook pudieron desmentir esta creencia. Las investigaciones muestran que al menos en una pareja de 10 que han vivido juntos por más de 20 años, el nivel de la hormona del placer llamada dopamina corresponde al nivel de las personas recién enamoradas.
Fuente: http://genial.guru/inspiracion-pareja/15-cosas-que-hombres-y-mujeres-deben-saber-los-unos-de-los-otros-154855/
Fuente: 15 Cosas que hombres y mujeres deben saber los unos de los otros.